Un convoy de entre 200 y 300 tractores convocado por el sindicato Coordinación Rural salió el lunes desde el suroeste del país con el objetivo de bloquear Rungis, pero hoy estaba paralizado a casi 200 kilómetros del mercado, según la Prefectura.
Los agricultores franceses mantenían sus protestas en las autopistas de ingreso a París, donde fueron detenidas al menos 94 personas que según la policía intentaban bloquear el acceso a un importante mercado mayorista ubicado en las afueras de la capital francesa.
Según el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en toda Francia había “más de 100 puntos de bloqueo” y unos 10.000 manifestantes, algunos de los cuales buscaban bloquear el mercado mayorista de Rungis, cerca de París.
Al menos 94 personas fueron detenidas en el mercado mayorista de alimentos de Rungis, el más grande de Europa, cerca de París.
Por la tarde hubo 79 detenidos cuando varias personas “ingresaron a pie brevemente en un área de almacenamiento” donde “cometieron destrozos” y luego fueron expulsados, dijo una fuente policial.
Estos arrestos se suman a los de otras 15 personas unas horas antes, también cerca de Rungis, el mercado de productos frescos más grande del mundo y crucial para el suministro de frutas y verduras para la capital francesa.
Un convoy de entre 200 y 300 tractores convocado por el sindicato Coordinación Rural salió el lunes desde el suroeste del país con el objetivo de bloquear Rungis, pero hoy estaba paralizado a casi 200 kilómetros del mercado, según la Prefectura.
Las protestas afectan a otros países europeos, como Alemania, Polonia, Rumanía, Bélgica e Italia, y los sindicatos agrarios españoles anunciaron que se unirán al movimiento.
El abanico de reclamos es extenso y depende de cada central sindical o país: ayudas de emergencia a sectores en crisis, algunos golpeados por la sequía; una menor burocracia y una mejor remuneración a los productores, entre otros.
Pero la mayoría coincide en señalar las normas de producción en la Unión Europea (UE), sobre todo la relativa al uso de pesticidas, y las importaciones desde fuera del bloque como causas de una eventual caída de ingresos y de pérdida de competitividad.
La importación de “productos agrarios de terceros países a bajo precio que presionan a la baja los de la UE” son un caso de “competencia desleal”, advirtieron los sindicatos españoles ASAJA, COAG y UPA.
El ministro Darmanin descartó por el momento reprimir la protesta en Francia al argumentar que “no son delincuentes”, sino “gente que trabaja”, aunque admitió que “hay líneas rojas”.
“La manifestación es un derecho constitucional”, expresó Darmanin en declaraciones a France 2 recogidas por la agencia de noticias Europa Press.
“No podemos considerar a gente trabajadora de la misma manera que a delincuentes”, agregó antes de señalar que “no atacan a policías” para exponer demandas, que el Gobierno considera “legítimas”.
“Les dimos líneas claras: no entrar en París, no bloquear (el mercado de) Rungis y no bloquear los aeropuertos”, agregó, un día después de que el primer ministro, Gabriel Attal, prometiese seguir negociando.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, anunció en una entrevista un paquete de 80 millones de euros para ayudar a los productores vinícolas, con el objetivo de ayudarles a cubrir pérdidas y fomentar su liquidez durante este año, si bien espera que haya aún más propuestas “antes del fin de semana”.
Desde Suecia, el presidente francés, Emmanuel Macron, criticó a quienes “culpan” a la UE de todos los males y advirtió que muchos de los agricultores franceses no tendrían un salario sin las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) europea.
Sin embargo, se unió a las críticas contra el acuerdo comercial que negocia desde 1999 la UE y el Mercosur, al considerar que las normas de producción agrícolas de las naciones sudamericanas “no son homogéneas” con las europeas.
Macron, quien conversará en Bruselas con la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, abogó además por regular mejor las importaciones de pollo y cereales de Ucrania, país en guerra desde 2022 contra Rusia.
Pero los anuncios siguen sin convencer a los agricultores movilizados desde el 18 de enero y que desde el lunes bloquean las principales autopistas de acceso a París.
“No nos moveremos (…) hasta que se tomen medidas de emergencia concretas”, declaró Alice Avisse, miembro del sindicato agrario mayoritario Fnsea. Los agricultores, junto a sus tractores, se disponen así a pasar una nueva noche sobre las rutas.